sábado, 21 de septiembre de 2013

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Inmunidad cero...

Son exactamente las cinco y doce de la tarde. Estoy a una cuadra de la esquina donde me espera. Retrasada unos minutos de la hora pactada. El subte y los tacones contribuyeron a mi esperable y no elegante impuntualidad.
Ya lo veo entre la gente y apuro el paso. El clac-clac de las suelas de mis zapatos se acelera. Me gusta cuando camino hacia él haciéndome la distraída, a sabiendas de que me está mirando. A metros de alcanzarlo, subo la mirada. Ese instante antes del encuentro de los cuerpos, puedo ver como sus pómulos se levantan, sus ojos se achinan y sus labios se separan sonriendo. Disfruto de su sonrisa grande y rosada mientras sostenemos las miradas.
La adrenalina recorre mi sangre y ahí estamos una vez más. Y es sólo reencontrarnos en ese beso, con la geometría particular que forman sus labios y los míos. Aceleración cardíaca, contracción pilosa y aumento de temperatura corporal basal. Así, sin más nos abrazamos. Abrazo, sweater mediante, las pecas desteñidas de sus hombros. Y ahí, justo en ese instante de nuestros pechos cercanos: la evidencia. La evidencia de mi inmunidad cero a su presencia cercana. Muchos dicen que mi padecimiento se nota de lejos. Dicen que hace unas semanas un haz de luz invadió el ángulo recto entre mis pómulos y mis ojos; que la sonrisa me sale por cada poro; y que el sujeto de las pecas desteñidas sería el culpable de mis síntomas.



jueves, 29 de agosto de 2013

Contracciones

Al fin y al cabo todo nacimiento comienza con contracciones.
Contracciones dérmicas, cardíacas y abdominales.
Con acciones legales al ego.
Con acciones gestoras de amor.

viernes, 23 de agosto de 2013

Come on baby, light my fire!

Quién no se ha preguntado si hay que tener sexo o no en la primera cita? Muchas veces las hormonas del amor comienzan a brotar entre dos sujetos que se besan, se tocan y desean por primera vez en sus vidas, y en la primera cita!
Nos encontramos entre amigas diciéndonos que no es conveniente, que es mejor esperar, que la mirada del otro y demás habladurías. Que si te desea, te espera. Pero me pregunto... Nosotras no deseamos? No es saludable y vital desear al otro? O sólo nosotras somos sujetos de deseo?
Un tópico para pensar, reflexionar... No? Y por qué no, para decirle sí al rock and roll en la primera cita! Come on baby, light my fire...!

martes, 20 de agosto de 2013

Encuentro

Se encontraron en un atardecer cálido y sin expectativas.
Todo podía suceder y a la vez no.
Caminaron y bebieron café caliente en un bar demodé.
Al principio sus miradas se cruzaban tímidas.
Decidieron caminar nuevamente.
Caminaban dejando huellas y palabras.
Palabras de historias de pasados viejos y recientes.
Historias de emociones, de deseos, de anécdotas...
Y así dejaron palabras que se llevó el viento pero que permanecieron en sus interiores.
Y entonces la noche los encontró a ellos horas más tarde.
Los encontró en el marco de la luna llena, los encontró en un beso robado después de una carcajada.
Y luego los encontró la madrugada despidiéndose con besos no tan robados, y expectativas de que una noche cualquiera los vuelva a encontrar.

viernes, 5 de julio de 2013

Vínculos

Como de la tierra fértil brotan las semillas, en la humanidad brotan los vínculos.
Como en Inglaterra, la niebla, en los vínculos: la confianza.
Como en París, la belle époque, en los lazos: el amor.


viernes, 28 de junio de 2013

miércoles, 26 de junio de 2013

Mahoma

Mahoma. Montaña. Historia, según mi lente matinal, de mano y contramano. Sucede que a veces Mahoma va a la Montaña y viceversa. Es una dulce armonía, pensé. Al fin de cuentas, no importa quién dá el primer paso, cuando se persigue el mismo fin.

lunes, 24 de junio de 2013

Abrazos I

Hay abrazos de bienvenida, de hasta luego, y de adiós.
Abrazos de reencuentro con sabor a casualidad.
Abrazos con amor, con pasión, otros con emoción y hasta con chispas de alegría.

Hay abrazos como milagros, de esos que nos avivan el interior.
Abrazos al alba y abrazos nocturnos.
Abrazos capaces de aliviar el peso de la rutina diaria. Esa clase de abrazos que, inconscientemente, logran que uno cierre los ojos como quien descansa y sueña.

Hay abrazos espontáneos como los abrazos de gol.
Abrazos de emoción compartida, de calma, abrazos como edenes.
Abrazos cálidos, de esos que brindan abrigo.

Hay abrazos para días soleados. También los hay para días grises donde la soledad acecha, la lágrima quiere salir o alguna angustia aprieta.
Abrazos que dicen más que mil palabras, de esos que simplemente lo dicen todo.
Abrazos que duran segundos, otros que se mantienen por horas.

Hay muchos tipos de abrazos pero todos tienen en común el encuentro, hablan el mismo idioma y no tienen contraindicaciones para la salud.

¿Ya diste tu abrazo de hoy?

lunes, 17 de junio de 2013

Par craneal... Par carnal...

"Estaría comprobado científicamente que de relaciones craneales a carnales hay un solo paso..."

martes, 21 de mayo de 2013

Aquí y ahora...

A la hora de la siesta, es la hora en que el sol juega a las escondidas con las copas de los árboles que veo desde el ventanal del balcón. En ese preciso instante las veredas se alborotan de gente que pasea con el desenfado de un sábado otoñal. Un café, un teatro, un cine, esperan al gentío. Miro desde la ventana espiando los signos de una tarde que ya comenzó e imaginando los destinos de los transeúntes. Abro las ventanas de la habitación y las dejo entreabiertas. Las cortinas flamean hacia afuera como si quisieran salir a la calle a disfrutar de la tarde.
La pava hierve alborotada. Entonces, descalza y en puntillas, corro a la cocina a sabiendas de que volveré al balcón para absorber las últimas gotas de sol y que por causa y efecto el agua se enfriará.
El sol termina su paseo por el balcón y finalmente preparo el té.
Té de arándanos y libro en mano, me siento en el sillón de la sala con la intención de leer. Y ahí aparecés vos, caminando sigiloso hasta mi lado. Me mirás sonriendo y te devuelvo la mirada, lentes de por medio. En un abrir y cerrar de ojos estás acurrucado en mi falda. Sigo leyendo como quien sigue respirando.
Suspiro y alzo la mirada al hogar que está encendido. Me concentro en cada llama y sonrío. Para entonces las hormonas del bienestar invaden mi sangre. Para entonces me doy cuenta de que ese momento no lo voy a olvidar. Siento que toda la escena conforma un instante y a la vez una eternidad. Un instante, una sensación envolvente que se resume en alegría, una pequeña y cotidiana escena, una sonrisa espontánea... A mi parecer: muy parecido a sentir la dicha del aquí y ahora.

viernes, 15 de febrero de 2013

Abril...


Recuerdo que la casa estaba más oscura de lo habitual. Sólo se veía la llama de la pava, que hervía y hervía. Corrí a apagar el fuego, como siempre, en ese instante cuando la ventanita de arriba de la cocina se empezaba a llenar de vapor de agua. Te preparé el café con leche con dos cucharaditas de azúcar como a vos te gusta.
-Hace frío... -te dije.
-Sí, mucho... -contestaste.
Esas fueron todas las palabras que cruzamos esa mañana y me invadió una extraña sensación. Recuerdo que me refregué los ojos y ya no te pude ver.
Así, soñándote me despertó este nuevo mes.
Otra fría mañana de abril anhelando tu tibieza y las palabras que sólo pertenecen a esa vida que compartimos un tiempo más allá. Esa vida tan particular, la vida de dos. La vida de las sorpresas hechas de palabras dibujadas con tinta sobre el papel que encontraba sobre mis libros, la vida de remolonear en la cama antes de despertarnos, la vida del desayuno en la cama. La vida de esas cosas que sólo tienen sentido si se hacen de a dos. Aveces añoro que me despiertes por las mañanas, y hasta ese chocolate amargo con naranja que me traías a casa cada jueves después del taller de cine. Y también añoro las noches de verano donde salíamos a caminar por Santa Fé.
Jamás me volví a levantar temprano para comprar el diario los domingos, jamás volví a caminar por las noches en la ciudad después de cenar. Te extraño y podría numerar mil cosas que extraño de vos.
Antes ansiaba con que me dejes leer tranquila, mi amor. Ahora amaría tus interrupciones.
Hace demasiado frío para mí. Las sábanas ya se han helado. Y en este mes te recuerdo tanto, será porque será mi primer abril sin vos.

martes, 12 de febrero de 2013

Stand by...

El amor, ese mismo que al tanto temor le tenés...
Y por alguna razón, eso hoy lo tenés tan presente...

El amor, ese mismo que fue tu oasis y tu abrigo...
Y lo olvidaste...

El amor que te moviliza...
Y también lo olvidaste...

El miedo que te paraliza...
Y hoy estás tan estático...

El amor da más amor, y el miedo más miedo...
Deberías saberlo...
El miedo enceguece, el amor sano no lo hace...

Te abrazás al temor, al dolor, al pasado... 
Insistís en hacerlo...

Yo me quedo con el amor siempre...
Insisto en hacerlo...

Vos tan norte, yo tan sur... 
Y viceversa...

Y así estamos hoy...
Tan lejos uno de otro...

Y así estoy hoy...
Repentinamente sin tu compañía, sin el calor de tu abrazo...

Y sin embargo aún tengo esperanza...
Esperanza a sabiendas de que actualmente no hay punto cardinal que nos una...