lunes, 24 de junio de 2013

Abrazos I

Hay abrazos de bienvenida, de hasta luego, y de adiós.
Abrazos de reencuentro con sabor a casualidad.
Abrazos con amor, con pasión, otros con emoción y hasta con chispas de alegría.

Hay abrazos como milagros, de esos que nos avivan el interior.
Abrazos al alba y abrazos nocturnos.
Abrazos capaces de aliviar el peso de la rutina diaria. Esa clase de abrazos que, inconscientemente, logran que uno cierre los ojos como quien descansa y sueña.

Hay abrazos espontáneos como los abrazos de gol.
Abrazos de emoción compartida, de calma, abrazos como edenes.
Abrazos cálidos, de esos que brindan abrigo.

Hay abrazos para días soleados. También los hay para días grises donde la soledad acecha, la lágrima quiere salir o alguna angustia aprieta.
Abrazos que dicen más que mil palabras, de esos que simplemente lo dicen todo.
Abrazos que duran segundos, otros que se mantienen por horas.

Hay muchos tipos de abrazos pero todos tienen en común el encuentro, hablan el mismo idioma y no tienen contraindicaciones para la salud.

¿Ya diste tu abrazo de hoy?

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